miércoles, 21 de marzo de 2012

La maestra cocinillas VIII: magdalenas con chips de chocolate (con imágenes)


El otro día me entró un antojo irrefrenable de magdalenas con chips de chocolate y hasta que no llegué a casa y me las hice yo misma no descansé.  Además me he mudado a otro piso con un horno eléctrico como Dios manda y me moría de ganas de probarlo (les he cogido mucha manía a los hornos de gas, son lo peor para hornear)

Hay quien prefiere comprarlas ya hechas en el supermercado, pero yo he llegado a un punto en mi vida en que cada vez pruebo menos la bollería industrial, y eso que hace unos años me chiflaba y devoraba todo lo que me pusieran por delante. Creo que también debo dar las gracias por ello a mi madre, que durante una época le dio por comprarnos Donuts todas las semanas y al final les terminé cogiendo asco. No sólo encuentro la bollería industrial cada vez más empalagosa y con un gusto más artificial y desagradable, sino que con cada bocado que le doy a un Donut,/magdalena/croissant/etc, siento mis arterias estrechándose un poco más. Talvez (muy seguramente) exagere con esta última afirmación, pero sí que es cierto que la bollería industrial es una bomba de relojería para nuestra salud: está cargada de azúcares, grasas saturadas, conservantes, aromatizantes artificiales y demás químicos y tienen un número excesivo de calorías. Además, siempre les faltará ese gusto y ese toque personal de los bollos hechos en casa, a tu manera y con ingredientes escogidos por tí misma: harina, azúcar, huevos frescos, aceite de oliva, etc. Si a ello le sumamos que a una le gusta mucho experimentar en la cocina, tenemos más de una razón de peso para prepararnos nuestros bollitos caseros y desayunar todos los días de una manera un poco más sana (lo cual tampoco quiere decir que te puedas hinchar a magdalenas caseras todos los días sin que te pase nada, es algo evidente pero lo dejo claro porque hay gente pa tó...)

La base de esta receta es la típica del bizcocho de yogur que me proporcionó una compañera de trabajo, y que yo he rebautizado como bizcocho 1-2-3 porque las proporciones son muy fáciles de recordar: 1 vaso de aceite, 2 de azúcar y 3 de harina. Usando un poco la lógica (siempre tiene que haber más harina que azúcar y más azúcar que aceite) es muy fácil memorizar esta regla. Donde digo "vaso" me refiero al envase del yogur, con lo cual más sencillo imposible, ni siquiera necesitas balanza o vaso medidor.

Si algo me gusta de esta receta para hacer magdalenas es que al ser más densa que la masa típica de los cupcakes sube más sin desbordarse, y suele hacer cúpulas o jorobas muy monos (odio las magdalenas planas, no tienen ni pajolera gracia ni resultan tan prácticas para mojarlas en el café o el chocolate)

Como chips usé las gotas de chocolate de marca Hacendado. No sé si por el tamaño de éstas, porque la densidad de la masa no era la suficiente o sencillamente porque la ley de la gravedad es así de puñetera, pero al final se me fueron casi todas las gotas al fondo de las magdalenas, incluso las que eché por encima a modo de decoración. Si alguien conoce de algún truco o técnica que evite que pase esto, le seré muy grata. Ah, y que no sea el de rebozar antes las gotas con harina, ya lo he probado y tampoco funciona.

Ingredientes (para unas 20 magdalenas):